Hernán Vanegas | En la página http://about.me/billyto es posible contactarse con Billy Tobón, un desarrollador web que quiere destacarse en este competido mundo. Compartió algunas claves para estar en la jugada y divertirse mientras se consigue. Cree que las habilidades se pueden poner al servicio de los demás.
ESTE INGENIERO PAISA lucha por construir un nombre en uno de los centros de desarrollo de tecnología mundial. Cree que hay que participar de la movida, en las Hackaton, y compartir conocimientos.
Construir un nombre en el mundo del desarrollo y la programación web es más divertido de lo que parece. Para ello hay que seguirle las huellas a Billy Tobón, un paisa que hace cuatro años decidió emigrar a Nueva York, una de las plazas donde se mueven los negocios de internet en el mundo.
Luego de ser director de Proyectos en Intergrupo, y tener una carrera como ingeniero en el país, ahora, más que una idea, vende su talento. Lo que sabe hacer. Después de su trabajo, de 9:00 a 5:00 p.m. en Nielsen, empieza a correr el reloj para el desarrollo de su marca, que no es otra que él mismo. Allí crea proyectos que hace "por aprender".
Muestra una aplicación de Crossfit ideal para viajeros que permite buscar gimnasios alrededor del mundo, en los que se pueda entrenar esta modalidad.
Sin embargo, su verdadera tarea de marketing personal comienza al asistir a las Hackaton , eventos que combinan a los hackers en maratones de programación de fines de semana enteros, patrocinadas por empresas de tecnología que quieren promover su nueva API (herramienta de desarrollo), o por inversionistas en busca de nuevas ideas.
Allí, en un evento en apariencia social, con comida y cerveza gratis, en 24 horas de codearse con verdaderos "ninjas" de la programación, hace networking, es decir, construye su red de contactos y muestra sus habilidades.
¿Cómo destacarse? "participando y compartiendo código", no duda en afirmar. De hecho, un medidor muy utilizado para saber si alguien sabe es ver el nivel de las preguntas que ha hecho en redes como Quora.com.
Y allí también cuenta sus ideas. En realidad, nada es original desde cero, dice, por ello no hay riesgos de compartir el proyecto. Lo valioso son las implementaciones, cuando estas ideas pasan de ser destellos muy "originales" a despliegues factibles.
A veces se desarrollan en equipo, entre un programador, un diseñador web y un experto en estrategias de negocio. En otras ocasiones hay gente, a la que llaman "solopreneurs", que la evolucionan, con ayuda de otros que contratan para cada etapa.
Todo es válido. Lo ideal es buscar gente con la que uno se entienda. Darle vida a una empresa digital "será tan difícil que por lo menos asegures divertirte", anota.
Billy prefiere buscar ideas "que ayuden a la gente", y que lo hagan genuinamente. Uno, por altruismo, porque al tener una habilidad como esta es posible ponerla al servicio de los demás. Además, "cuando está orientada a resolver un problema, es más fácil que sea comprada". Alguien la va a necesitar y no será otra, digamos aplicación de fotografía, que compite con decenas.
Billy pone en perspectiva la lógica de los inversionistas de capital, porque conoce cómo piensan y qué buscan.
Él seguirá, empeñado, por ahora en sacar sus proyectos adelante en E.U. De pronto, aspira a que una idea pueda ser desarrollada con talento de aquí y allá. Su proyecto de vida va para largo. Mientras tanto él se mercadea.
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